1.- LO ESCÉNICO EN EL ARTE DE CONTAR HISTORIAS.

Contar habitando el cuento – La conciencia de los tres escenarios.

Toda arte escénica busca contar una historia y lo hace a través de imágenes. Estas son producto del ordenamiento de varios factores que producen un resultado.

Dependiendo del lenguaje a través del cual se cuenta una historia, son diferentes los elementos que confluyen para componer dichas imágenes.

Este taller busca que los participantes puedan comprender cuales son los elementos que se utilizan para producir la imagen en el arte de contar historias y puedan tener conciencia de los mismos al momento de narrar.

2.-LA VIDA ES UN CUENTO
LOS TRES POSTULADOS PARA EL ARTE DE NARRAR

Este taller es una propuesta que he desarrollado a lo largo de mi oficio, en el aprendizaje con otros narradores(as) y en el encuentro con quienes han participado en los diferentes procesos de formación.

La propuesta se sintetiza en 3 postulados que se inspiran en un paralelismo entre el arte de vivir las historias contadas y vivir la vida como una gran historia.

“LA ESENCIA DE CONTAR CON EL OTRO”:

Nacemos con una historia a ser vivida y la vivimos a plenitud hasta que nos damos cuenta de la necesidad de un otro para poder vivir. Cuando encontramos un cuento lo disfrutamos sin premura hasta que aparece la necesidad de contarlo y entonces aparece, también, la conciencia que se necesita a un otro para poder contar y el temor a perder su atención. Por esa angustia o temor perdemos lo esencial: ir de viaje al escenario del cuento para que el otro vaya con nosotros al lugar donde sucede la historia.

Contamos desde siempre, contamos para resonar en el otro, para ser un canal del cuento. Cuando nos olvidamos del centro dejamos de:

“VIVIR MI PROPIO CUENTO”

Cuando nos preocupamos de perder a ese otro comenzamos a fijar nuestra atención afuera del cuento: tememos olvidar la historia, que la postura corporal no sea correcta, que la entonación de la voz no sea la adecuada… En esos momentos nos salimos del cuento y termina el viaje. Dejamos de confiar en el poder del relato y la historia no sucede más.

 

Es muy difícil saber cuándo estamos perdiendo este centro porque el ego suele hacernos creer que con nuestra creatividad y nuestra preparación técnica es suficiente. Es aquí cuando nos salimos del relato y desde lo racional no podemos hacer consciencia de esto, entonces el tercer postulado es:

“CONTAR CUENTOS CON EL CORAZÓN”

El corazón siempre sabe, por eso nos ayuda a sentir cuando estamos dejando de ser un verdadero canal de la historia, a darnos cuenta cuando estamos más pendientes del afuera. Nos ayuda a confiar en el cuento, a saber que paraje tras paraje nos llevará a buen puerto, al final de la historia.

Paso a paso, nos irá ayudando encontrar nuestra propia forma de contar, a ser fuera del deber ser. Nos mostrará un camino que no sea tortuoso sino un camino que tenga goce, que tenga corazón.

Cuando la relación con el otro es a través del cuento, se hace de corazón a corazón. Entonces, la mirada nace del corazón y la palabra nace del corazón.

Todas las técnicas aprendidas desde lo escénico, lo literario y lo estético son un gran aporte y suman a la totalidad pero pueden hacer del cuento un relato prefecto y frío si no hacemos conciencia de estos tres fenómenos emocionales por los que pasa y debe pasar un narrador.

“Los cuentos son como la vida, la única diferencia es que los cuentos sí son reales”.

QUEDAN TODOS INVITADOS A ENREDARSE, A DUDAR, A DESAPRENDER.

“Los antiguos Maestros no intentaban educar a la gente sino que, suavemente, enseñaban a no saber.  Las personas son difíciles de guiar cuando creen que saben las respuestas. Cuando saben que no saben, encuentran su propio camino”.

La imagen puede contener: 2 personas